Pedro Marentes Otarduy y Abendaño, vecino de la Villa de Aguascalientes, fideicomisario de Lucia María de Otarduy y Abendaño, viuda de Antonio de Escamilla, fiador y curador de los menores hijos de los susodichos, solicita una copia testimonio de la escritura de venta de una suerte de huerta en al Barrio de Triana realizada en 1701 entre Malchor de Balderrama y el Capitán Pedro de Medina y como el finado Antonio de Escamilla había comprado los vienes a Medina quedó pendiente la escritura de dicha suerte de huerta.
Pedro de la Torre, vecino de la jurisdicción de la Villa de Aguascalientes, solicite se le embarguen sus bienes a Alejo Medina, vecino del lugar, quien se encuentra en camana con peligro de muerte, el cual desde hace cinco meses le debe varios géneros, por lo que para que no pierda su caítal solicita el embargo por la cantidad de 40 pesos.
Los vecinos del Pueblo de Indios de Jesús María se querellan contra Pasqual García, quien siendo alcalde del pueblo en 1754 se le entregaron como es costumbre, los documentos del pueblo, y como no los ha devuelto inician el auto ya que necesitan los papeles fundacionales por ser de vital importancia. La Real Audiencia de Guadalajara falló a favor del pueblo. El caso es interesante para conocer la manera en que se regían los pueblos de indios mediante la conservación de sus títulos fundacionales. Destaca que los documentos los tenían resguardados en una cajita de madera con tres llaves resguardada en el templo parroquial.
Diploma otorgado por el Gobernador de Aguascalientes, Alberto del Valle, a Manuel M. Ponce por obtener las Palmas Académicas de Honor del Estado de Aguascalientes, por considerarlo persona benemérita en el prograso de las ciencias y las artes.